
Buena
parte de los coches que llegan a nuestro taller
mecánico en Zaragoza, exceptuando, claro está, los que vienen a pasar las
revisiones periódicas, llegan con averías causadas por sus propios conductores.
La forma de conducir, los pequeños vicios que tenemos mientras estamos al
volante y algunos olvidos son la causa última que genera más averías. Por
ejemplo, ¿hace cuánto tiempo que no revisas la presión de los neumáticos? Y eso
que sabes perfectamente que una presión baja hace que el neumático se desgaste
más rápidamente.
Mantener el pie sobre el embrague mientras estamos circulando, hace que las
piezas del embrague entren en fricción, una fricción leve, sí, pero
absolutamente innecesaria. Eso mismo ocurre con la manía de llevar
permanentemente la mano derecha sobre la palanca de cambios, esa leve presión
crea un rozamiento entre las piezas de la caja de cambios. En unos meses,
máximo de un par de años, tendrás que llevar el coche a un taller mecánico en Zaragoza porque rascan las marchas o escupe la
primera.
Otros conductores, por ahorrar combustible, dicen, evitan usar el aire
acondicionado aunque nos ataquen las olas de calor una tras otra como ha pasado
este verano. El día que por fin se deciden a encenderlo, empieza a hacer ruidos
raros, huele mal y el aire sale caliente. Solamente el uso normal del aire
acondicionado sirve para lubricar su propio sistema de funcionamiento. Además,
al conducir a 90 km/h por con las ventanillas abiertas, el consumo aumenta más
de un 40% que si llevaras el aire puesto
¿Dónde está el ahorro?
En tu próxima visita a Safety Car para cambiar el aceite al
coche, acuérdate de preguntarnos por esos pequeños vicios que pueden causar
averías.